martes, 11 de septiembre de 2012

Cultivando setas sobre madera (I) Introducción

Los hongos son los organismos recicladores por excelencia. En su ciclo de vida, descomponen la materia orgánica y vuelven a poner disponibles para el suelo y las plantas los nutrientes que contiene, formando a su vez suelo rico en humus y aumentando la capacidad de retención de agua. Gracias a su estructura en red, forman y mantienen la estructura del suelo, forman agregados que reducen la erosión y sostienen la vida del suelo. Algunas especies forman asociaciones mutuamente beneficiosas con las plantas, las llamadas micorrizas, aumentando la superficie útil del sistema radicular, proporcionando a la planta minerales y aumentando su eficacia en la captación de agua y su resistencia ante organismos patógenos; a su vez, el hongo, obtiene de la planta carbohidratos y otros compuestos orgánicos que no es capaz de sintetizar por si mismo.

En el suelo los bosques maduros, se forman grandes extensiones de redes de micelio que redistribuyen agua y nutrientes transportándolos a lo largo y ancho de la superficie que ocupan.

Dada la indiscutible importancia ecológica del reino fungi, que sólo recientemente está siendo considerada por la ciencia y por el público en general como merece, su inclusión en cualquier proyecto de permacultura o de restauración natural, debe ser tenida muy en cuenta.

El cultivo de hongos comestibles, además de ofrecer la posibilidad de espectaculares mejoras del suelo y, por tanto, del ecosistema entero, puede suponer una interesante fuente de recursos alimentarios (proteinas de alta calidad, minerales, vitaminas...), médicos y económicos.

Los hongos comestibles saprófitos, se pueden cultivar sobre gran variedad de sustratos: troncos, tocones de árbol, virutas de madera, serrín, paja, granos de cereal, papel o cartón, residuos de la industria del café y del té, hojarasca, tela de fibras vegetales, estiércoles, compost, etc... Convirtiendo lo que normalmente se consideraría un residuo, en una interesante fuente de recursos.

Una vez el sustrato se agota y ya no resulta rentable cosechar, puede depositarse directamente en el suelo, enriqueciéndolo, pero tambien puede ser usado como alimento para animales como cerdos o gallinas, alargando el ciclo.

Los hongos cultivados tienen un gran potencial de aplicaciones para mejorar la salud humana y del ecosistema, como explica magistralmente Paul Stamets en la siguiente conferencia en TED:

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